Cuando las personas mienten, a no ser que sean auténticos expertos o mentirosos
patológicos, suelen tomar posturas diferentes a las que tomarían en un discurso
normal. Por ejemplo, si alguien sabe que está mintiendo, experimentará una
duración en los gestos y emociones anormal. Una persona mentirosa tendrá una
expresión de la emoción más tardía que durará más tiempo y que se detendrá
súbitamente. Así, si encontramos a una persona que por ejemplo se ríe de un
chiste y su risa se corta de forma seca, de seguro no le hizo tanta gracia como la que interpreta.
Un mentiroso tendrá una expresión física muy fingida y
rígida. En vez de estar relajado, estará en tensión, contando con pocos
movimientos tanto en los brazos como en las piernas y manos.
Para saber si alguien nos miente por sus gestos es
importante fijarse en la concordancia en los tiempos de sus gestos. Por
ejemplo, una persona que acaba de recibir un regalo exclama que le encanta y
segundos después mostrará una amplia sonrisa, seguramente está diciendo la
verdad. Por el contrario, una persona que se preocupa de que gesto y comentario
concuerden en el tiempo, seguramente está esforzándose demasiado, no se notara la cara de verdadera felicidad y por tanto está
mintiendo.
Si quieres saber si alguien miente por sus gestos, fíjate
bien en su mirada. La mirada de un mentiroso suele ser muchísimo más evasiva.
No te mirará fijamente. Por el contrario, sus ojos irán deambulando por el
ambiente, intentando que nadie pueda fijarse en ellos; y es que
inconscientemente, el mentiroso sabe que ellos pueden delatarle. En este punto
también hay que añadir que hay gente que es especialista en aguantar la mirada
aunque esté mintiendo. Por este motivo, este gesto aislado no es suficiente
para saber si alguien miente.
Una persona que está mintiendo, es probable que esté
constantemente tocándose la cara, pasando sus manos por el rostro, garganta y
boca.
Las microexpresiones son una fuente de conocimiento bastante
fiable para saber si alguien miente por sus gestos. Son expresiones faciales
que suelen aparecer durante unos segundos. No todo el mundo puede percibirlas,
pero si eres de los que innatamente pueden notarlas, estás de suerte. En los
casos de mentira, las microexpresiones reflejarán tensión en el hablante. Una
preocupación en forma de ceja subida o arrugas en la frente.
Podemos fijarnos en si esa persona está sudando en exceso.
Si se trata de una persona que de normal no lo hace, seguramente esté ocultando
algo.
Saber si alguien nos miente puede pasar por fijarnos en los
movimientos de su cabeza; y es que muchos expertos afirman que hay mentirosos
que mueven o giran la cabeza en un movimiento opuesto a lo que están diciendo.
Por último, puedes fijarte en aspectos como su garganta, ver
si se reseca e intenta lubricarla constantemente, o bien su respiración, si
respira más rápido de lo normal.
.
DECÁLOGO PARA CAZAR MENTIROSOS
El decálogo para cazar mentirosos es una respuesta a los
consejos que se dan para aprender a mentir.
El principio general del decálogo para cazar mentirosos es
que no se puede no comunicar, aun estando callados estamos comunicando algo.
Hay formas de mentir que no son conscientes, como la de engañarse a uno mismo
por aquello que todo es según el color del cristal con que se mira. Además hay
una tendencia a pensar por conveniencia haciendo coincidir lo que
decimos o vemos con nuestras creencias.
Otra cuestión que debe incluir el decálogo para cazar
mentirosos es la mentira por omisión. Se da cuando la persona cuenta una parte
de la verdad o bien cuándo no informa algo que debería haber informado. Una
verdad a medias es una mentira absoluta.
El problema del engaño es complejo porque los presupuestos
de la comunicación o sus presunciones favorecen al que miente. En una
comunicación normal se presume que la otra parte dice la verdad y que lo que
dice tiene valor. Para detectar engaños hay que convertirse en un buen
observador.
Hasta las relaciones más próximas pueden dar lugar al
engaño, como decía Aristóteles soy amigo de Platón pero soy más amigo de la
verdad.
Decálogo para cazar mentirosos.
1) Lenguaje corporal. Para desenmascarar a un mentiroso hay
que mirar sus gestos: una mirada que esquiva los ojos puede delatar una
mentira.
2) Movimientos conscientes o inconscientes. Hay
factores que no se pueden controlar como el sudor o ponerse colorado
3) Las respuestas. Una persona honesta contesta enseguida,
habla en primera persona y no lo incomodan los silencios.
4) Gestos excesivos o de represión para no ser descubierto.
El mentiroso sobreactúa, mira fijo o ríe en exceso como lo hacen ciertos
vendedores y ventrílocuos.
5) Memorizar lo que dice y preguntar: Complementar la
observación del lenguaje corporal con preguntas obliga a dar respuestas y
gestos aclaratorios. Así se lo puede hacer caer en contradicciones.
6) Parte por parte. En un mensaje el impacto verbal
incide en un 7%, el tono y los matices en un 38 %; mientras que el 55
% es lenguaje no verbal: para lanzar una mirada que mata no hace falta
abrir la boca.
7) Cuidado con la mujeres. La mujer superó al varón
aprendiendo los gestos durante la crianza de los hijos, por eso puede
disfrazarlos mejor.
8) Congruencia. Hay que analizar en conjunto el
lenguaje verbal y no verbal y las señales de congruencia o incongruencia. Una
cosa es lo que se dice y otra lo que se hace.
9) La mentira en el niño y el adulto. El gesto que
adopta el niño para mentir es taparse la boca, el adulto disimula tocándose la
nariz
10) Tener en cuenta. Según el principio del detector
de mentiras, si el cerebro recibe un doble discurso lo demuestra. Sin
embargo el que sabe mentir hace que la gente se trague la carnada con el
anzuelo puesto. Las técnicas actorales buscan asociar el habla con gestos
sinceros o bien eliminar los negativos Como el que miente se traiciona, la mejor
manera de fingir es por teléfono.Por eso al acusado se lo interroga en una
silla y a plena luz.
Decálogo para cazar mentirosos – conclusiones-
El cuerpo habla a través del lenguaje corporal, por eso
conociendo sus señales nos remontamos a los orígenes de la vida, a los
límites estrechos que separan los reinos humano y animal. La mentira
tiene patas cortas, por eso pensemos si al decir una mentira no nos
estamos autoengañando. La verdad tiene un poder realizador que la mentira
no tiene, por eso Demóstenes dijo: las palabras que no se transforman en hechos
no sirven para nada. Como dijo Sócrates:
" Conócete a ti mismo".
Decálogo para cazar mentirosos.
¡Cuidado!: este es el Decálogo del mentiroso.
No te asustes: Nunca es bueno empezar una mentira asustado,
tómate tu tiempo para tranquilizarte. Es necesario tener la cabeza fría para
pensar con claridad.
No improvises: Antes de mentir, tómate tu tiempo y analiza
cada detalle, tienes que saber la respuesta antes que te pregunten. Si no
tienes cuidado puedes que tengas que inventar cosas que no puedas cubrir
formando una "bola de nieve".
Créete tu mentira: Si se trata de una mentira que vas a
tener que usar y convivir con ella es bastante útil que te la empieces a creer
y a olvidar los detalles verdaderos.
Confúndela entre verdades: Una mentira dicha entre dos
verdades no llama la atención. Incluye detalles que sean ciertos en tu
historia, y si alguien duda insiste en que se pueden comprobar.
Infórmate: Es necesario saber lo que los demás saben.
Intenta recopilar información de manera indirecta.
Da detalles: Los detalles son importantes. Usa cosas que no
sean comprobables, incluso cosas que puedan resultar humillantes para ti.
No esperes a que te pregunten: Intenta sacar el tema tú,
antes de que los demás lo hagan. Resultarás mucho menos sospechoso.
Sé natural: Habla como si de cualquier cosa se tratase, y
cuando acabes continúa con una conversación normal Quítale hierro al asunto..
Nunca mientas en grupo: Este es un consejo muy importante.
Tú puedes (con un poco de esfuerzo) controlar lo que dices y a quién se lo
dices, pero con más gente es imposible. El típico "te voy a contar algo
pero es secreto y no se lo puedes decir a nadie" es tu peor enemigo.
Nunca admitas que es mentira: No lo hagas, si es preciso haz
creer que has sido engañado, o ten una muy buena coartada por si te pillan. Con
todo lo que he dicho no pretendo incitar a mentir. Si no te ves capaz siempre
puedes decir una verdad a medias y rezar por que nadie se interese en la
"otra mitad.
0 Comments:
Publicar un comentario