Relajación
Muchas personas fuman marihuana para relajarse. Los ingredientes activos en la marihuana son cannaboides, especialmente THC, que directamente hace que el cerebro despida dopamina a la sangre, resultando en euforia que puede durar varias horas. En una minoría de usuarios, sin embargo, fumar marihuana aumenta la ansiedad.
Mejoras en el humor
Además de la relajación, muchas personas consumen cannabis para una alteración positiva de su humor. Los usuarios pueden sentirse eufóricos, menos depresivos y experimentar sentimientos de bienestar cuando se intoxican. Consecuentemente, la susceptibilidad individual del usuario a sustancias psicoactivas juega un rol especial. Sin embargo, dosis fuertes y tolerancia al cannabis pueden reducir estos efectos primarios. La adicción psicológica puede también anular estos efectos.
Mejora sentidos
En dosis bajas a moderadas, la marihuana incrementa la conciencia sensual, otorgando a los usuarios una mejor en la vista, la audición y el gusto. Mientras la concentración disminuye y el sentido del tiempo se alarga, la novedad de un mejor ambiente puede ser encantadora para usuarios en lugares seguros.
Disociación del dolor
Los cannaboides tienen un conocido efecto bloqueador del dolor, y el THC ha sido aprobado por el FDA como tratador de dolor crónico en un gran número de condiciones médicas, pero el uso médico de la planta de marihuana es controversial. En un artículo de 2003 en “Diario de manejo de dolor y síntomas” (Journal of Pain and Symptom Management) unos investigadores presentaron 3 casos de Canadá en los que el tratamiento con cannabis disminuyó el dolor crónico de condiciones incluyendo la esclerosis múltiple y el SIDA. Los investigadores también notaron que el cannabis podía potenciar los efectos de los matadores de dolor opáceos. En otras palabra, menos opáceos se necesitarían para controlar el dolor si se lo combina con un tratamiento con cannabis.
Alienta adormecimiento y sueño
El sueño es una necesidad biológica y psicológica compleja. Es sabido que el cannabis acrecenta el adormecimiento en ambientes recreativos, especialmente en altas dosis. También, medicamentos con THC pueden mejorar el sueño en aquellos que sufren dolores crónicos. En un artículo publicado en 2007 en el diario "Química y Biodiversidad" (Chemistry and Biodiversity) enfermedades de dolor crónico como esclerosis múltiple, cáncer y artritis reumatoidea fueron reportadas con mejoras en el sueño y en su calidad de vida a largo plazo.